En 10 años Edwin Cardona se ve jugando en Europa, padre de dos hijos e integrante de la Selección de Colombia. Jair Iglesias se proyecta igual, aunque la diferencia está en que éste solo piensa en tener un hijo.El primero es un volante creativo antioqueño, solo cuenta con 16 años de edad (nació el 8 de diciembre de 1992) y recuerda con orgullo que su primer sueldo en el fútbol, 700.000 pesos, se lo dio a sus padres para que le compraran ropa a sus dos hermanos y pagaran unas deudas pendientes.El barranquillero Iglesias, de signo Aries, nacido el 27 de marzo de 1988, hace apenas dos años recibió un cheque de 450.000 pesos, producto de su primer mes como profesional en el fútbol. Emocionado se fue con unos amigos y se "armó" de jeans, tenis y camisetas nuevas.Así de organizados son los dos juveniles más destacados del Atlético Nacional, autores el pasado domingo de los goles del equipo en Cali, titulares esta tarde ante Junior y quienes representan los principales activos a futuro del conjunto. Cuentan, además, con la confianza de Ramón Cabrero, un técnico especialista en proyectar jóvenes.El paisa podría tener futuro como diseñador porque "en el colegio mis notas más altas fueron en artística". El costeño no lo haría mal en una ingeniería, ya que el acertado manejo de la factorización y las ecuaciones le sirvieron para que sus compañeros siempre le dijeran que "era un teso y que podía imitar a Baldor por lo bien que me iba en matemáticas".Descomplicados, muchas veces inocentes porque apenas comienzan a vivir, soñadores y con un corazón muy grande son los nuevos talentos del verde. Con decir que una de las metas de ambos es ayudarles a los más necesitados. Edwin quiere apadrinar a un niño necesitado. Y Jair brindarle sostén a algunos pequeños que no tienen lo primordial para ir al colegio."Hay mucha gente que tiene necesidades y los niños son los más afectados; por eso me gustaría ser padrino de alguno de ellos", cuenta Edwin, mientras Jair habla de que "me sueño siendo un buen papá y aportarle algo a los necesitados".El joven creativo paisa se nota aplomado. La gente que está a su alrededor espera que no cambie esa forma de ser y que sepa afrontar, con humildad y sapiencia la fama. Por lo pronto mucho de su tiempo lo empeña en su familia, en el bienestar de sus dos hermanos. "Desde que ellos estén bien, yo soy feliz".Coinciden en el gusto musical por el vallenato, en especial los temas de Nelson Velásquez.Sin embargo, a estos dos jóvenes lo que más los trasnocha es el fútbol. Edwin, ese chico que muchos vieron por primera vez en el torneo Pony con los equipos de Buena Vista y Campoamor y Jair, el moreno risueño quien pasó por las selecciones Atlántico, la Escuela Toto Rubio y Bello, guardan la esperanza de que en el fútbol puedan cimentar un futuro halagüeño para ellos y sus familias.
Tomado de elcolombiano.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario